Curriculo

El desparpajo aprendido

Releía un viejo texto de Jean-Paul Sartre y me reencontré con una de sus frases más contundentes: «el hombre no es nada más que su proyecto y no existe más que en la medida en que se realiza». Quiere decir que para este recordado filósofo y escritor francés, no nos hacemos a nosotros mismos, no nos forjamos una identidad en la vida, si no nos damos la oportunidad de realizar nuestras propias aspiraciones. Luego, no serán nuestras cualidades intelectuales sino nuestros actos los que nos definan. Recordaba esta idea, de las más importantes en mi vida universitaria, y me preguntaba si, por ejemplo, aprender el currículo escolar a lo largo de 12 años representa el proyecto de los niños en este país o si les está permitido en la escuela tener un proyecto distinto del que está prefijado para todos en un mismo libreto.

Herbert Kelman y Lee Hamilton, dos psicólogos sociales norteamericanos, publicaron a fines de los años 80 un libro llamado elocuentemente «Crímenes de Obediencia», producto de una larga investigación acerca de los límites entre la autoridad y la responsabilidad en diferentes culturas. Su lectura me hizo evidente algo que quizás no lo había sido hasta ese momento: que la obediencia produce irresponsabilidad. Luego empecé a poner más atención a este sencillo hecho: cuando usted hace algo porque lo obligan y algo sale mal, no asume las consecuencias y se las endosa más bien al que dio la orden. Es decir, no se identifica en absoluto con la acción ni con sus resultados.

Bien, esa es exactamente la lógica que define la actuación de niños y adolescentes al interior de las escuelas, donde a nadie interesa que sus actos sea producto de sus propias opciones, sino tan sólo del acatamiento estricto de las reglas y disposiciones de la autoridad. A nadie preocupa tampoco cuanta identificación sienta con lo que hace, tan sólo que lo haga. Copie lo que voy a dictarle, transcriba usted la pizarra, resuelva estas operaciones, párese para rezar, responda estas seis preguntas, defina estos diez conceptos, haga cien oraciones con la palabra no.

Una noción de escuela donde los estudiantes se organizan, discuten y deciden con autonomía una ruta hacia la solución de problemas reales y el logro de objetivos determinados, colaborando entre sí e interactuando con la comunidad, es una noción que fluye de la atenta lectura del currículo oficial. Pero su principal barrera es la presión que reciben las instituciones de los mismos diseñadores del currículo oficial, para apurar el cumplimiento formal de un programa, aunque nadie aprenda. Todos sabemos que quien hace algo sin convicción, no coloca esfuerzo ni ilusión alguna y, en efecto, no va a asumir después ninguna responsabilidad por que salga bien. Luego, el que sólo 1 niño de cada 10 pase a segundo grado comprendiendo plenamente lo que lee, igual que hace diez años, no desvelará a nadie.

A propósito, dice Sartre también que el hombre es angustia. Es decir, que no puede eludir la angustia de tener que elegir siempre y al hacerlo, «no puede escapar al sentimiento de su total y profunda responsabilidad». Al mismo tiempo, Sartre reconoce que mucha gente vive sin angustia, porque se limita a hacer lo que le dicen. Ergo, la dinámica que rige nuestras escuelas y el formalismo necio de las políticas educativas siguen constituyendo una inmensa fábrica de idiosincrasias selladas por la irresponsabilidad.

Luis Guerrero Ortiz
El río de Parménides
Difundido por la Coordinadora Nacional de Radio
Jean-Paul Sartre. Fotografía (c) ana.claudia/ www.flickr.com
Lima, 04 de septiembre de 2009

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Soy docente, estudié la carrera en la Pontificia Universidad Católica del Perú; una maestría en Política Educativa en la Universidad Alberto Hurtado (Chile); y una maestría en Educación con mención en Políticas Educativas y Gestión Pública en la Universidad Antonio Ruíz de Montoya (Perú). Hice también posgrados en Terapia Familiar Sistémica (IFASIL), en Periodismo Narrativo y Escritura Creativa en la Universidad Portátil (Buenos Aires). Soy actualmente profesor principal en el Innova Teaching School (ITS) y Director de la revista virtual Educacción. Soy coautor de tres libros de cuentos: «Nueve mujeres peligrosas y un hombre valiente», «Relatos valientes de mentes peligrosas» y «Veintitrés mundos: Antología valiente de relatos peligrosos». He publicado recientemente el libro de cuentos «Amapolas en el jardín» (2022).

4 Comments

  • Kim

    Maravilloso punto de vista sobre la obediencia.
    Lo que dices es interesante sobre todo porque estamos en un momento en que las responsabilidades por los malos resultados de actos equivocados parecen ser evadidas a diestra y siniestra por los políticos. La clásica respuesta del "yo solo OBEDECÍ órdenes" nos debe motivar a hacer una segunda lectura de lo que estamos entendiendo por obediencia. La obediencia sin criterio y a raja tabla ha sido parte del engranaje material de tantos errores y crímenes en nuestra historia. Deberíamos aprender a abogar por el criterio, por el uso del sentido común (que mi profesor de matemáticas decia que era el menos común de los sentidos)y de la razón para evitar actuar como robots que no piensan lo que hacen para luego eximirnos de nuestras responsabilidades ante las consecuencias de nuestros actos.

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    luisguerrero

    La investigacion de Kellman y Hamilton es extraordinaria Kim, te la recomiendo. Pero en efecto, las escuelas forman irresponsables y además, alientan la transgresión, con sus órdenes y sus reglas necias, su verticalidad, sus arbitrariedades. En la perspectiva de Sartre, además, eso resulta una experiencia deshumanizante, porque nadie tiene oportunidad de tener un proyecto de vida y cualquier opción que salga de la cabeza de un chico no vale nada. Gracias Kim por tu comentario!

  • Parto de Ideas

    La limitación de los niños y jóvenes en las escuelas tanto de primaria y secundaria,reflejan una contradicción entre, la libertad de pensar y tomar desiciones y la evación de sus propias opiniones. el estudiante muchas veces puede tener la razón pero no siempre se le da la razón, y peor aún, no se le da la razón aún sabiendo que este la tiene.

    esta necedad alberga el mediocre pensamiento que el profesor puede ser una autoridad; el profesor no desempeña la labor de autoridad sino de orientador, formador.

    las pocas coherencias que reflejan respuestas positivas a la curricula se ven muy sumergidas por los rios de violencia y rebeldía. nuestros maestros que tienen reflejado el papel de autoridad en modelos pedagógicos obsoletos, no aplican siquiera ello, dejando que el concepto de autoridad se distorcione y se vuelva tan nocivo para el estudiante que en respuesta responde con actitudes matonezcas y tienda a descertar para ser parte de la los centros de formación de abusos y violencias(pandillas), que hasta en los peores casos pueden desarrollar valores que resultan más motivadores que los aprendidos en la escuela.

    finalmente, si se trata de integrar, el pensamiento crítico, la toma de desiciones, con las limitraciones y la cosificación no se logrará sino a un ser que no llega a ser humano y que quizá no tenga diferencia grande con una máquina; tratemos de entender algo, cuando a los pensamientos surgidos de necesidades se les limitan, surge la actitud rebelde y en los estudiantes es mucho más motivante; tendremos pues que darnos cuenta que no solo existe mecanización, sino también rebeldía por no untilizar bien lo establecido, ahy que autentificar la educación, desarrollar más la ideas de los propios estudiantes, no simplemente descartar sus ideas…como diría Ludwig Wittgenstein…"el mundo es la totalidad de los hechos y no de las cosas", no cosifiquemos a los estudiantes. Saludos.

  • carmen german-palacios seoane

    EN NUESTRA CONTROVERSIAL Y SUGESTIVA ERA, NECESITARIAMOS INCLUIR ESTE GRAN TEMA DE LA OBEDIENCIA-CREATIVIDAD-FELICIDAD EN EL MÁS AMPLIO DE LA GEOPOLITICA ECONOMICA…
    "Cada vez estamos más urgidos a investigar el universo conceptual de la economía – mejor dicho de “las economías” si no queremos caer en el ejército de tontos útiles que –aceptando como reales el progreso y bienestar predicados desde un hipotético futuro en contexto de modernidad – silencian, en inocente alianza con los artífices del derroche y apetito del consumo, los verdaderos efectos que desencadena el dogma del “big trend” económico. " http://cgermanpalacios-s.com/2013/12/12/corrupcion-terminologica-1-educacion-economia-terminos-en-conflicto-conceptos-constructos/

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