• Docencia

    Educar o el arte de multiplicar oportunidades para aprender

    García Márquez nos cuenta el drama del suicida desencantado que, a medida que caía desde el décimo piso y descubría a través de las ventanas del edificio la intimidad de sus vecinos, sus pequeñas tragedias, amores e instantes de felicidad, cambiaba por completo su visión del mundo, recapacitando –demasiado tarde- en el valor de la vida. A esa irreversible velocidad transcurren cuando menos doce años de escolaridad, sin que los maestros reparemos a tiempo en el valor formativo de la experiencia institucional al interior de las escuelas ni de la vida social de nuestros estudiantes en su propia localidad. Cuando menos se piensa, los muchachos se van y las oportunidades…

  • Docencia

    Ser docente en la cancha: los requisitos

    Frank McCourt, en su destacada novela El Profesor, relata la siguiente anécdota: «Hablé de Kevin [un alumno que abandonó el colegio y luego se terminó fugando de casa] con los demás profesores en el comedor. Sacudieron la cabeza.  Qué  pena, dijeron. Algunos de estos chicos se caen por las fisuras del sistema, pero ¿qué demonios puede hacer el profesor? Tenemos clases numerosísimas, no tenemos tiempo, y no somos psicólogos». La historia es muy elocuente y da cuenta de una certeza muy antigua. Es bastante común que los maestros no acepten que las emociones de sus estudiantes ni la influencia que éstas tengan en su comportamiento sea un tema que esté…

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    Docencia: la función de diseñar futuros

    En su novela El Profesor, Frank McCourt describe así a sus primeros estudiantes: «Los chicos que llegan son alumnos de segundo de secundaria, tienen dieciséis años, llevan once años en la escuela, desde el jardín de infancia hasta hoy. Así que han visto pasar profesores de todo tipo: viejos, jóvenes, duros, amables. Los chicos observan, escudriñan, juzgan. Entienden el lenguaje corporal, el tono de voz, el semblante en general». El autor los reconoce como verdaderos expertos en maestros. Lamentablemente, no puede decir viceversa. «Esos chicos son diabólicos» le advertían al joven McCourt los profesores más antiguos de su escuela. «No son, repito, no son tus aliados naturales. Cuando te dispones…